¿Quién fue Johann Sebastian Bach?

22.11.2020

 Compositor alemán. Considerado por muchos como el más grande compositor de todos los tiempos, Johann Sebastian Bach nació en el seno de una dinastía de músicos e intérpretes que desempeñó un papel determinante en la música alemana durante cerca de dos siglos y cuya primera mención documentada se remonta a 1561.

Johann Sebastian Bach

Hijo de Johann Ambrosius, trompetista de la corte de Eisenach y director de los músicos de dicha ciudad, la música rodeó a Johann Sebastian Bach desde el principio de sus días. A la muerte de su padre en 1695, se hizo cargo de él su hermano mayor, Johann Christoph, a la sazón organista de la iglesia de San Miguel de Ohrdruf. Bajo su dirección, el pequeño Bach se familiarizó rápidamente con los instrumentos de teclado, el órgano y el clave, de los que sería un consumado intérprete durante toda su vida.


Su formación culminó en el convento de San Miguel de Lüneburg, donde estudió a los grandes maestros del pasado, entre ellos Heinrich Schütz, al tiempo que se familiarizaba con las nuevas formas instrumentales francesas que podía escuchar en la corte.

A partir de estos años, los primeros del siglo XVIII, Bach estaba ya preparado para iniciar su carrera como compositor e intérprete. Una carrera que puede dividirse en varias etapas, según las ciudades en las que el músico ejerció: Arnstadt (1703-1707), Mühlhausen (1707-1708), Weimar (1708-1717), Köthen (1717-1723) y Leipzig (1723-1750).

Si en las dos primeras poblaciones, sobre todo en Mühlhausen, sus proyectos chocaron con la oposición de ciertos estamentos de la ciudad y las propias condiciones locales, en Weimar encontró el medio adecuado para el desarrollo de su talento. Nombrado organista de la corte ducal, Bach centró su labor en esta ciudad sobre todo en la composición de piezas para su instrumento músico: la mayor parte de sus corales, preludios, tocatas y fugas para órgano datan de este período, al que también pertenecen sus primeras cantatas de iglesia importantes.

En 1717 Johann Sebastian Bach abandonó su puesto en Weimar a raíz de haber sido nombrado maestro de capilla de la corte del príncipe Leopold de Anhalt, en Köthen, uno de los períodos más fértiles en la vida del compositor, durante el cual vieron la luz algunas de sus partituras más célebres, sobre todo en el campo de la música orquestal e instrumental: los dos conciertos para violín, los seis Conciertos de Brandemburgo, el primer libro de El clave bien temperado, las seis sonatas y partitas para violín solo y las seis suites para violoncelo solo.

Durante los últimos veintisiete años de su vida fue Kantor de la iglesia de Santo Tomás de Leipzig, cargo éste que comportaba también la dirección de los actos musicales que se celebraban en la ciudad. A esta etapa pertenecen sus obras corales más impresionantes, como sus dos Pasiones, la monumental Misa en si menor y el Oratorio de Navidad. En los últimos años de su existencia su producción musical descendió considerablemente debido a unas cataratas que lo dejaron prácticamente ciego.

Casado en dos ocasiones, con su prima Maria Barbara Bach la primera y con Anna Magdalena Wilcken la segunda, Bach tuvo veinte hijos, entre los cuales descollaron como compositores Wilhelm Friedemann Bach, Carl Philipp Emanuel Bach, Johann Christoph Friedrich Bach y Johann Christian Bach.

Pese a que tras la muerte del maestro su música, considerada en exceso intelectual, cayó en un relativo olvido, compositores de la talla de Mozart o Beethoven siempre reconocieron su valor. Recuperada por la generación romántica, desde entonces la obra de Johann Sebastian Bach ocupa un puesto de privilegio en el repertorio. La razón es sencilla: al magisterio que convierte sus composiciones en un modelo imperecedero de perfección técnica, se une una expresividad que las hace siempre actuales.

El clave bien temperado

Durante la época del Barroco la afinación de los teclados era compleja, según Ana María Rojas Leal, experta en investigación musical e histórica de la Universidad Pedagógica. Allí Bach encontró un gran desafío que logró superar al unificar algo que los músicos llaman bemoles y sostenidos.

Los sostenidos, lo que hacen es subir o elevar los tonos musicales (graves), mientras que los bemoles disminuyen los tonos (agudos).

"Los bemoles y sostenidos eran diferentes para todos los instrumentos. No obstante, por cercanía de algunas de estas notas, se propuso unificarlas ya que al oído humano era casi imperceptible la diferencia. En el momento en que surge esta propuesta, Bach innova con El clave bien temperado", aseguró Rojas Leal.

Dicha obra tiene dos partes: la primera, compuesta en Köthen, Alemania, donde presentó un tomo de 24 obras escritas para El clave bien temperado. Posteriormente en Leipzig, escribió otras 24 en otro tomo. El objetivo de estas obras fue mostrar las ventajas de la temperación en la música. En estas obras podemos encontrar La Tercera de Picardía, un recurso armónico que le da el sello de Bach al terminar la obra.

penitente y arrepentido

Una práctica musical bastante común en el barroco alemán -y en especial de Bach- eran los textos oratorios, los cuales incluían una serie de comentarios y reacciones ante cada uno de los momentos de los relatos bíblicos.

Según Javier Illidge, maestro en historia de la música de la Universidad Pedagógica, esta es una de las mejores obras debido a que hay "una inigualable mezcla de dolor amoroso y belleza de la línea melódica, lo que la hace muy expresiva. Bach, de hecho, escribió tal vez sus más bellas arias para la voz de contralto en esta obra".

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Además, según Illidge, esta obra es muy importante debido la estructura dividida en dos partes que logra una completa armonía con la flauta.

Ciaconna

La técnica musical en esta obra es bastante exigente, especialmente por el uso de los violines y movimientos esenciales como la fuga, movimiento lento, rápido.

"Las fugas son las más exigentes en cuestión de técnica y virtuosismo ya que requiere de una constante tensión en la música, además de lograr la interpretación de todas las voces".

La fuga se entiende como un escape en el que tres o más violines intervienen sucesivamente una tras otro y se imitan en distintos tiempos.

quiero entregaros todo mi corazón

Bach también halló inspiración en Jesucristo gracias a su luteranismo y esta obra no fue la excepción.

Para Javier; "esta obra tiene un extenso fraseo de gran belleza por los pasajes melismáticos que adornan la línea melódica. En esta aria, el cristiano expresa el deseo de entregarle a Cristo con alegría todo su corazón".

Inclusive, el experto hace hincapié en que Bach compone usos acertados de los oboes de amor que son unos instrumentos de viento útiles para "darle mayor unidad a la pieza artística, puesto que da un carácter más dulce que el oboe típico que escuchamos habitualmente en los conciertos".

Suites para chelo

El violonchelo es un instrumento musical de 4 cuerdas que se parece al violín, pero tiene un tamaño más alargado, se caracteriza por tener tonos graves y se toca entre las piernas mientras se está sentado. Este instrumento durante el barroco era visto como un compañero más dentro de los conciertos, hasta que Bach propuso un destino diferente para él.

Si hay algo para destacar de su conjunto de obras instrumentales -y en particular con esta- es que "Bach tuvo especial interés en escribir estas obras debido a que este instrumento no era visto como solista sino como instrumento de acompañamiento. Bach realizó estas composiciones para demostrar la capacidad del instrumento y para probar la destreza de los intérpretes", afirmó Rojas.

Por ello la más destacada de las suites para la experta es el Preludio de la Suite No 1 en Sol Mayor, debido a que se presta para hacer transcripciones y nuevos conceptos a partir de composiciones modernas.

porque solo tú eres santo

El mundo católico le debe mucho a las obras de Bach; quizás, las misas no serían lo mismo sin estas composiciones de alguien completamente entregado al protestantismo.

Esta obra fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y, siguiendo los argumentos de Javier; "esta aria es una pieza llena de espíritu de alabanza, muy acorde con el carácter marcadamente religioso de Bach, pues era común en esa época tomar una oración o un texto litúrgico y musicalizarlo por partes, logrando imponentes coros y dúos".

conciertos de Brandemburgo 1721

Estos seis conciertos pertenecen a la época llamada Köthen en la vida de Bach, nombrado así por el lugar donde se encontraba en este momento. Estos conciertos fueron escritos a petición del marqués Christian Ludwig.

Tras el análisis de esta obra hecha por Rojas, ella sostuvo que "todos los conciertos son diferentes en cuestión de estilo. El más recordado es el Concierto Nº1 Brandemburgués que consta de cuatro movimientos al estilo sinfonía. Los movimientos están intercalados rápido - lento - rápido para finalizar con una danza estilo minueto".

El minueto es baile o danza ligeramente acelerado que aún es típico en Europa. Históricamente se caracteriza por ser humorístico en medio de sonatas y sinfonías de orquesta.

Llenó de bienes a los hambrientos

Esta obra, tradicionalmente usada en los rituales católicos, está inspirada en el texto Magnificant del primer capítulo del evangelio de lucas, que no es más que un pasaje que narra la visita de María a su prima Isabel cuando estaba esperando al niño Jesús.
A diferencia de muchas de sus obras, "Bach le da trascendencia a las flautas, las cuales generan una sensación dulce y alegre, inclusive para la voz que se ubica en un contralto", manifestó Javier, quien a su vez aseguró que se puede sentir un toque de sensualidad.

Toccata y Fuga en Re menor

Esta obra fue escrita para órgano, un instrumento de gran importancia dentro de la vida de Bach, ya que su mayor desempeño musical tuvo que ver con su fe protestante.
Esto permitió, según Rojas, brindar un gran aporte litúrgico a las ceremonias pero, en cuanto al aspecto musical, la experta argumentó que "en esta obra es posible evidenciar el interés de Bach por la libertad en cuanto al manejo del tiempo y un aire improvisatorio al inicio de la tocata. Ya en la fuga encontramos un contrapunto bastante desarrollado y armónico al oído tratándose del órgano. La constante imitación entre las voces la hace armoniosa y ya en el cierre vuelve nuevamente al estilo improvisatorio".

Bendito el que viene en nombre del Señor

Tomando como referente la música medieval, Bach crea Benedictus, musicalización del texto Sanctus (Santo, Santo, Santo es el Señor) de la misa católica.
Esta obra también debe ser incluida entre las 10 más representativas del prontuario de Bach pues, según Illidge, "sus bellos y delicados fraseos hacen de esta pieza una de las arias más bellas para voz de tenor escritas por Bach, las cuales conjugan muy bien por el uso de la flauta".
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